sábado, 6 de diciembre de 2014

"Mira lo que hago", artículo de Javier Marías.¿Generalización abusiva?

Javier Marías es el autor del artículo publicado en El País Semanal, "Mira lo que hago". En él defiende la tesis de la "imbecilidad" de la sociedad contemporánea a causa, según él, de la publicidad, de las redes sociales y los smartphones. Sin embargo, en varias ocasiones podemos ver que el autor incurre en una generalización abusiva, pues aunque algunos de los comportamientos que menciona puedan ser verdad o se den algunas de las situaciones, esto no quiere decir que todas las personas sigan el mismo patrón. Los argumentos que da para sostener su tesis son los siguientes:
1. En lugar de contemplar una obra de arte, la gente prefiere hacerle fotos o hacerse fotos con ella.
2. Las personas tienen obsesión con demostrar que estuvo en un determinado lugar,
3. También tienen obsesión con considerar cualquier evento un momento histórico.
4. La gente cree que cualquier cosa que cuelga en las redes lo va a contemplar el universo entero. 


Javier Marías relaciona la decadencia con la publicidad: afirma que la gente copiar estos comportamientos de los anuncios publicitarios. Si por "publicidad" entendiéramos todo lo que es público (televisión, famosos, medios de comunicación en general) quizás sí podríamos darle la razón, pero no es el caso; falta más precisión. En todo caso, debería ser una crítica a lo público en general, pues la gente copia lo que ve y lo que admira. Ya que consideramos que Javier Marías generaliza demasiado, haremos algunas matizaciones al respecto de su artículo. En primer lugar, no son cosas incompatibles contemplar la obra artística y sacar fotos; se pueden hacer las dos cosas y el hecho de inmortalizar ese momento no implica que no se haya disfrutado de él. Por otra parte, quizás el autor es un poco exagerado al confirmar la obsesión de la sociedad; es normal que la gente quiera estar en los acontecimientos importantes y se sienta orgullosa de haber estado. Quizás una de las afirmaciones más atrevidas sea la que destaca el deseo de la gente de que todo el mundo vea sus publicaciones; de hecho, ocurre todo lo contrario, ya que la gente se preocupa por su privacidad en las redes sociales. 
A modo de conclusión, podríamos afirmar que el autor confunde o mezcla la crítica a la sociedad contemporánea con la crítica al ser humano y a alguno de sus defectos, como es el narcisismo o el egocentrismo. ¿Quién puede garantizar que en otros tiempos, con los mismos medios, no actuaríamos igual?

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