miércoles, 19 de noviembre de 2014

Los mitos y la publicidad

«Mito» es una palabra de origen griego, «mythos», que significa etimológicamente ‘palabra, dicho o cuento’, y se relaciona con «epos», que hace referencia a los cantos de las hazañas de los héroes. Ambos términos están vinculados al lenguaje y al pensamiento. El mito puede tener connotaciones positivas y negativas. Ya en el siglo IV a. C., Herodoto lo define como falsedad o ficción, en oposición a ‘logos’, que sería la palabra de verdad.  Sin embargo, el mito, o la mitología en general, alude fundamentalmente a la explicación sagrada del mundo, del origen del hombre.
La aparición de la ciencia fue devaluando el mito, ya que esta podía explicar el mundo de una manera racional. En el caso concreto de la mitología griega, la llegada del cristianismo hace que los mitos pierdan su peso como verdades religiosas y absolutas. La ciencia sustituye en ciertos ámbitos al mito, pero hay otros aspectos del ser humano a los que la ciencia no puede llegar, como es la trascendencia del ser humano en el mundo, y es ahí donde el mito sigue teniendo vigencia. Un ejemplo de esto es la religión, que sería la forma actual del mito: explica algunos misterios de la vida a los que la ciencia no ha dado respuesta. El mito también influye sobre la psicología analítica, empezando por Freud y siguiendo por alguno de sus discípulos, como Jung, quien elaboró una teoría sobre los arquetipos que subyacen al inconsciente de cada sociedad y que luego se revelan en los relatos y demás productos artísticos, explicando así las similitudes entre elementos de muy diversas culturas, como la historia bíblica, el diluvio universal, la resurrección, etc.  De hecho, la psicología relaciona algunos trastornos y patologías con las historias míticas por lo que simbolizan, como el complejo de Edipo. La explicación de la historia de la humanidad también se refleja en las etapas del hombre, porque los niños tienen una explicación irracional, mítica, de las cosas. Esto se debe a la estructura del ser humano: necesitamos una explicación del mundo para poder vivir en él, cómo funciona nuestra mente, etcétera. Cada ser humano pasa por unas etapas que pueden expresarse simbólicamente mediante las historias míticas, como el viaje iniciático y los ritos previos a la etapa adulta, que de algún modo siguen existiendo en la sociedad actual, a través de ceremonias como la Primera Comunión, en el entorno del cristianismo.
El arte, en general, y la literatura, siempre se han fijado en los mitos para recrearlos, precisamente por la importancia que siguen teniendo en algunos ámbitos que rodean a la vida de las personas, y pueden hacerlo aunque sea sin referirse a ellos explícitamente. Tenemos muestras de ello en las películas y cómics, donde aparecen superhéroes similares a los semidioses de las historias míticas, como Hércules; en los cuentos tradicionales, cuyo simbolismo resulta muy útil para el desarrollo de la infancia; en la literatura en general, con el ejemplo de La vida es sueño, obra en la que se establece un claro paralelismo con el mito de Edipo: la aparición de profecías, la esfinge, y la sepultura de Antígona;  y la publicidad, que suele recrear el mito de la eterna juventud, el mito del paraíso, el mito del elixir y el mito del viaje. La publicidad, con el fin de llegar a más personas y potenciar su capacidad persuasiva, actualiza día tras días algo tan arcaico como son los mitos.




No hay comentarios:

Publicar un comentario